La confianza está en la base de cualquier relación real, ya que permite sentir y expresar la autenticidad y la plenitud de lo que somos en la conexión mutua.
Cuando la confianza se pierde o no está presente, el miedo y la inseguridad generan una serie de sensaciones que oscurecen y al final destruyen la conexión, la autenticidad deja de estar presente y múltiples actos, juicios e ideas de oscuridad reemplazan la belleza inocente que se teje en una verdadera relación.
Eso que experimentamos en nuestras relaciones, también sucede en relación con nuestro propio Ser y en la relación que tenemos con la existencia.
Por eso uno de los fundamentos de nuestro desarrollo y de la veracidad de tejernos mutuamente es la posibilidad de desarrollar la confianza en la existencia, en nosotros y en el otro, para poder llegar a un estado de verdadera comunión y sentido de vida.