Escrito por El tema de hoy es uno de los más profundos e importantes en el proceso de nuestro desarrollo, ya que como hemos visto en sesiones anteriores, lo que venimos a desarrollar en nuestro paso por este plano de experiencia, es la consciencia existencial, que se define por la percepción de la vida que trasciende los límites de nuestro yo personal.
Esto significa que nuestro desarrollo nos conduce a la comprensión consciente que somos más que nuestro cuerpo, somos la vida que se expresa en todos los seres y que en cada uno de nosotros expresa y manifiesta una cualidad que aporta a la totalidad.
Si revisamos nuestro estado actual, se hace muy difícil para nosotros considerar que la muerte de nuestro cuerpo no es nuestro fin, como la consideración de que la muerte de los seres que nos rodean es también su fin.
Esto se manifiesta en nuestra vida como el temor fundamental a la pérdida, que es una de las emociones matrices en el desarrollo de nuestro yo personal y se extiende a la dificultad que tenemos de soltar, de experimentar las situaciones y relaciones con desapego.
Esta sensación también genera que llamemos amor a los lazos afectivos y sensitivos que tenemos y experimentamos, a lo que también podemos llamar dependencia, cuando no se sustentan en un sentido de libertad y plenitud.
Para nosotros es difícil llegar a sentir que el amor trasciende los límites del cuerpo, que el amor no es un apego, sino una verdadera conexión con la vida que se extiende en un flujo único en la diversidad de su expresión.
Como un primer acercamiento a este tema entonces tendremos presente la diferencia entre apego y conexión. Siendo la conexión la expresión de una conciencia transpersonal y libre y el apego una condición del egoísmo.
Confiar en la existencia, es trascender el apego y experimentar en la percepción que somos la vida.
