Escrito por Uno de los retos más grandes que tenemos es este tiempo es lograr tener relaciones coherentes y armoniosas, la verdad en este tiempo de aislamiento cuando todos tenemos que estar en pocos metros cuadrados, es muy difícil que nuestra dimensión egoísta se contenga y no se manifieste.
En este contexto, las relaciones humanas son el campo de aprendizaje más profundo, porque todos nos reflejamos y amplificamos nuestros estados emocionales de forma constante, si interiormente estamos en la ansiedad y la inseguridad que este tiempo propone de forma global, estas condiciones se suman a nuestras propias estructuras emocionales de juicios y temores.
Por ello es muy importante en el dia de hoy comprender que se hace necesario el cultivar nuestra propio espacio sagrado, esto significa tener con nosotros mismos una interacción compasiva, así estemos atravesando por instantes o momentos de tormentas o corrientes emocionales difíciles.
Si incorporamos este nivel de compasión que se abre con fuerza cuando no olvidamos el valor de nuestra existencia por encima de las circunstancias, si podemos estar en un estado de presencia activa en la que se revela que somos un campo de influencia hacia los que nos rodean, y que también podemos reaccionar de forma consciente desde esta sensibilidad, podremos armonizar y hacer coherente nuestros entornos, o atravesar los conflictos de una forma más humanista.
Todo esto es una gran contribución al corazón colectivo de la humanidad, desde la sencillez y profundidad de nuestro trabajo interior.
